Verano del 99

Era para regalar,muy bien presentado,gracias 🥰🥰🥰🥰

Intrigantemente genial

Tras un inicio que aporta un toque de intriga para ir haciendo boca, "Verano del 99" empieza suave con un Leo que prefiere estar unas semanas en casa de Sonia que quedarse en casa con sus padres. Serán unas vacaciones de playa, que supone aburridas, sobre todo porque Sonia y él difieren mucho en sus ideas de pasarlo bien. Si ella es discotequera y fiestera, él es de música oscura y ambientes cerrados. Pero son amigos desde pequeños y eso es lo más importante.

Respecto a la música, al principio del libro hay un código QR con el acceso a las canciones que van apareciendo entre sus páginas, según las van escuchando sus protagonistas.

En su mayor parte, la narración sigue los pasos de Leo, que empieza dejándose guiar por Sonia para luego tomar su propia iniciativa y meterse de lleno en el ambiente de ese pub sin nombre, del que se habla bastante y se conoce más bien poco, excepto por algunas personas habituales, que son las que se quedan para asistir a las fiestas privadas.

También hay unos incisos donde aparecen otros personajes, que al principio no dejan indicios claros, pero que poco a poco se ve que también hay una relación con el pub, sobre todo con quienes lo regentan, con Marina, la chica desaparecida, y otra más, Rebeca, cuyo paradero es secreto.

La acción transcurre en un corto período de tiempo, serán once días tan solo, marcados en el índice con la fecha y la hora en que empieza cada capítulo, donde la intriga y el misterio irán subiendo de tono. Si ya la portada tiene un aire un tanto siniestro, una sugerente y muy bien elaborada obra de Susana Vilchez, llegará un momento en que la trama irá bastante más lejos, sobre todo cuando se desvele, aunque sea a medias, que hay cosas que no se pueden siquiera nombrar, alguno de los misterios que se cuecen en el pub.

En el centro de todo está Leo, protagonista de la historia de principio a fin, unas veces muy bien avenido, otras a su pesar, que se embarca en una aventura trepidante, dejando a buena parte de los personajes en segundo plano, incluso Sonia acaba ahí pues Leo ha descubierto a Sebastian, por el que siente una atracción atávica, visceral.

"Verano del 99" es una novela para deleitarse con su trama oscura y subyugante, para sentir como cala el recelo al sentir el peligro manifiesto, ante el que no vale ninguna prevención.